Lola Frexas: Acuarelista

Por Ana Bulacio Paz

Publicado en Happening Magazine N° 12, Diciembre 2008

Hace unos años, quedé encantada con una acuarela y la firma era “Lola Frexas”. Al poco tiempo, quedé maravillada con otra, y era de la misma autora y así, a donde iba, me encontraba con una acuarela firmada por ella.

La llamé para tomar clases y me di cuenta que no sólo es genial pintando, sino que su calidad humana y su personalidad me conmovieron; siento por ella un enorme cariño y respeto. Por eso, esta vez, quiero dedicarle esta columna a Lola, una verdadera maestra.
Cuando se habla de acuarela, inmediatamente surge su nombre porque es una pionera en esta disciplina. Combina una excelente mano para el dibujo, la pintura y la pluma, con una paleta de colores fuertes y en perfecta armonía; su pintura es audaz y con mucha personalidad.

En sus genes lleva el amor por el arte a través de sus bisabuelos, quienes pintaban retratos en la Corte del Rey de España y de su abuelo, Enrique Frexas, quien fundó la Crítica Teatral de la Argentina, desde la columna del Diario La Nación.

Desde muy pequeña ya demostraba una profunda vocación por la pintura. A los dos años dibujaba y pintaba y era tal su pasión, que de chiquita iba a la Estación de Trenes de Villa Luro, cerca de su casa, con su caja de lápices de colores; cuando se acercaba alguna mujer, le decía “Señorita, quiere que la dibuje” y así encontraba modelos vivientes que en un rato se llevaban consigo esa “obrita de arte” disfrutando de verse reflejadas en el papel. Aún recuerda cuando pintó a una señorita quien, al día siguiente, apareció con una amiga para que también la pintase, pero antes la había llevado a la peluquería. Ella, siempre tan alegre y llena de recuerdos.

Su casa es un verdadero “atelier”, invadido de cuadros, láminas, papeles. Si bien ella se inclinó finalmente por la acuarela, domina de manera soberbia técnicas como el óleo, el lápiz, el pastel y la pluma lo que muestra la talla de esta gran artista.

Recuerdo cuando una vez me dijo “No cobro caro mis cuadros, quiero que mis obras estén en la mayor cantidad de lugares posibles” y lo logró con creces. Produce todo el día y todos los días. Con sus 83 años, su pasión sigue siendo la pintura y desde que abre el ojo, se sienta a pintar en su cuarto, en una sillita baja de tientos y con su lámina pegada a una madera o a un cartón, que apoya en un sencillo caballete inclinado, así de simple, humilde y sencilla es Lola. Y encuentra, en cualquier motivo, una gran oportunidad para pintar. Es que, como ella manifiesta “soy lo que hago cuando pinto, si no pinto, no vivo, el arte para mí es una cuestión existencial”.

No olvido cuando me mostró su Diario de Viaje, que escribió y “pintó” durante su recorrido por Italia. Siempre llevaba con ella sus acuarelas y lo único que necesitaba cuando se maravillaba con un paisaje, era tocar el timbre en alguna casa y pedir un vaso de agua donde mojar y lavar los pinceles y ahí no más se sentaba a pintar. Logró un maravilloso y original diario. Así de apasionada es ella.

En 1954 viajó a España y se radicó en Toledo. Lola dice “la escuela de Bellas Artes te hace pintora pero no pintora urbana; yo me hice pintora urbana en Toledo”. “Todas las mañanas salía con mi block a dibujar y pintar los rincones de la ciudad. Me inspiraba el antiguo misterio de sus calles, sus recuerdos, su color y su magia”.

Sus temas están “inspirados en el rostro del tiempo en que vivimos” como ella dice, y sus personajes son “un reflejo de lo cotidiano”. Lola solía pintar al aire libre y captaba cada instante que veía; registraba las acciones cotidianas de su alrededor, los personajes pintorescos de Buenos Aires, los diálogos espontáneos, la naturaleza y todo los transformaba en un bello cuadro. También se destacan en su pintura, las casonas antiguas, porque como ella argumenta, es “por donde la vida ha dejado huellas”; y también la “majestuosidad arquitectónica” de los edificios más emblemáticos de Buenos Aires que han quedado plasmados en magníficas acuarelas.

Su manera de pintar, la expresividad de sus obras, la fuerza del color, el excelente manejo del dibujo, de la transparencia, son la impronta que deja Lola en sus frescas y coloridas acuarelas, y esto obedece, sin lugar a dudas, a una perfecta comunión entre su mano y su espíritu.

Perfil de Lola Frexas:

Lola Frexas nació en Buenos Aires. Tiene dos hijos que también son artistas: Jorge Eugenio Banzas, excelente pintor y dibujante, casado con Patricia Illa, también pintora y Suri, músico.
Desde 1948 concurre al Salón Nacional de Bellas Artes. Cursó sus estudios y egresó de la Escuela Nacional de Bellas Artes. Fue alumna de Spilimbergo, Daneri, De Ferraris, Massa y Larco. En 1954 viajó a España becada por el Instituto Cultural Hispánico y se radicó en Toledo, ciudad en la que en 1956 realizó su primera muestra individual. A su regreso a nuestro país continuó exponiendo en las más importantes galerías.

Ganó numerosos premios, entre ellos: Fondo Nacional de las Artes; Premio Sagitario de Oro de UNICEF, Roma; Premio Trébol de Plata, Rotary Club Internacional; Premio al Mérito Social, Organización Mundial de las Naciones; Laurel de Plata del Rotary Club a la Personalidad del Año y Declarada como Personalidad Destacada de la Cultura por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Sus obras están en todo el mundo, en colecciones oficiales y privadas de Argentina, Brasil, Estados Unidos, España, Portugal, Suiza, Inglaterra, Italia y Alemania. Incluso en el año 1983, el Correo Argentino imprimió 1.000.000 de estampillas con una de sus obras y en 1991, la Universidad de Bs. As. le obsequió al Príncipe Felipe de Borbón, una témpera suya representando la fachada del Museo Fernández Blanco, de estilo colonial.
En numerosos libros aparecen ilustraciones de ellas como el libro “Florilegio de Poesía” Editado por la Sociedad de Bibliófilos; o “Acordes Cotidianos” de Mario Benedetti, entre otros.
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Comentarios

  1. adriana medinacelli26 de junio de 2010, 18:39

    un ejemplo, que bueno, las felicito a las dos.la vida es tan bella que vale la pena pintarla, es muy gratificante, soy dibujante de abstractos, pero me gustaría poder tener la capacidad de hacer lo de ustedes.

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    1. Mil Gracias Adriana! Más vale tarde q nunca mi respuesta...
      Qué lindo que vos también dibujes.. usando tus palabras "la vida es tan bella que también vale la pena dibujarla" :)

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  2. Simplemente fui un comprador de dos de sus obras, La iglesia de Santo Domingo y La plaza de San Telmo. Tuve el placer de recibirlas de sus manos, en mi domicilio, en el cual las atesoro. Su fallecimiento me trajo recuerdos muy presentes de aquellas tardes de charlas en su atelier de la calle Avellaneda donde encontre ademas de la artista de excelencia a un ser admirable por su calidez humana. Mi eterna admiracion.

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    1. Perdón x la demora! Qué bueno que tenés obras de Lola!. Como bien decís, además de artista, un tesoro de persona.. La extraño tanto... excelente artista y un tesoro de persona...

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  3. la conocimos como la profesora de historia y dibujo en el instituto pizarro 1 amor de persona venia con 1 zapato de cada color o distintas medias nos pintaba cuando nos disfrazabamos en fechas patrias ya de grande voy x florida y escucho que me llaman x mi apellido y era mi querida profe dolores de banzas,me hizo 1 recorrido x su exposicion siempre esta connmigo

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    1. Perdón x la demora... unos añitos :)
      Qué bueno q la tuviste de profesora! y sí... me imagino q pudo haber ido con zapatos de distinto color jaja! Era única... Su vida fue pintar y pintar... Qué tesoro, cuánto la extraño... Gracias por compartir tan lindos recuerdos de Lola, nuestra Maestra...

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  4. GRACIAS POR TU TESTIMONIO, NO ENCUENTRO INFORMACIÓN RICA SOBRE SU VIDA, ME INTERESA MUCHO SABER DE ELLA. TAMBIEN SOY ACUARELISTA Y QUIERO HACERLE UN HOMENAJE EN LA SEMANA DE LA MUJER HABLANDO DE ELLA. UN ABRAZO GABRIELA marin

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    1. Hola Gabriela! Qué lindo sería homenajearla siempre... un ser adorable.. y una acuarelista increíble! Qué lindo que vos también sos acuarelista! Un beso grande y estamos en contacto

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  5. La casa de mis padres está llena de obras de Lola y la conocimos personalmente. Recuerdo que una vez, papá la contrató para hacer el retrato de la hija de un amigo, se instalaron en la terraza y yo me admiré porque hizo de acuarela del rostro idéntico al modelo y en diez minutos.
    Es lindo leer lo que tan bien escribís sobre ella. Su capacidad y su humildad, virtudes de la que no gozan muchos artistas de hoy y que son muy promocionados.

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    1. Hola! Qué lindo lo que me escribiste... y Qué lindo que tengan muchas obra de Lola! Yo la adoraba... y también admiré como vos, cómo hacía los rostros.. Una vez estaba con ella cuando entregó 2 rostros a unos abuelos que le habían encargado que pintara a sus nietitas... jamás olvidaré esas caritas angelicales logradas maravillosamente por su pluma y su pincel... Un beso grande y estamos en contacto

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